La IA busca emular lo que hace la inteligencia humana. ¿Para qué? Para adquirir y encapsular conocimiento, con el fin último de agilizar y optimizar las tareas y operaciones en principio mecánicas.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
MÁS ALLÁ DE LOS ALGORITMOS
En la matemática y la estadística están las bases de la Inteligencia Artificial (IA). Carlos Puentes Morales, director del departamento de Matemáticas y Estadística de la Facultad de Ciencias de la Universidad El Bosque da una mirada para entender que no es un asunto de ciencia ficción.
En la matemática y la estadística están las bases de la Inteligencia Artificial (IA). Carlos Puentes Morales, director del departamento de Matemáticas y Estadística de la Facultad de Ciencias de la Universidad El Bosque da una mirada para entender que no es un asunto de ciencia ficción.
Hay más que ChatGPT. En sitios como futurepedia.io o futuretools.io hay más de 3500 aplicaciones de IA de texto, audio, imágenes, video y negocios.
Los estadísticos y matemáticos desempeñan un papel fundamental en el progreso y desarrollo de la IA. Los matemáticos son responsables de la formulación de ecuaciones y modelos que describen de manera precisa y sistemática el mundo que nos rodea, mientras que los estadísticos se encargan de identificar patrones y relaciones significativas a partir de los datos. Su labor conjunta permite la creación de algoritmos y modelos de IA más sofisticados y efectivos.
La creación de la IA viene del modelado matemático para crear algoritmos. No es nuevo, desde 1960 se está trabajando en ello.
La IA se encarga de muchas tareas para que nosotros nos enfoquemos en otras áreas de mayor complejidad. Es importante resaltar que la IA no pretende reemplazarlos, sino más bien potenciar nuestras capacidades para alcanzar un nivel superlativo de habilidades y rendimiento, dotándolos de una capacidad superhumana.
La revolución de las máquinas no quiere decir que la IA se vaya a rebelar contra los humanos. Si bien existen algoritmos capaces de reemplazar algunas tareas antes realizadas por humanos, el verdadero cambio revolucionario reside en la capacidad del ser humano de comprender y dominar estas tecnologías. Aquel individuo que sepa usar bien dichas herramientas será capaz de superar y trascender en la era de la automatización, en lugar de ser desplazado por ella.