El primero de febrero de 2020 cambió todo para Amparo Pérez, una abogada que trabaja en el occidente de la ciudad de Bogotá. Su vida tomó otro camino en un abrir y cerrar de ojos. Ya no era la misma que se vio al espejo antes de salir de su casa en el centro de la capital. Ese día, recuerda bien, hizo todo lo posible por llegar a tiempo a esa cita tan anhelada que había esperado por varios meses. La dedicación de su ardua labor le trajo un obsequio de ensueño.

Amparo, que se había arreglado ese sábado por ser un día especial en su vida, llegó tan pronto como pudo al concesionario. Allí tenía un encuentro pactado con la felicidad gracias a ChevyPlan y al dinero que decidió guardar para este momento. Se encontró con Dana García, una asesora comercial de tez morena, estatura media y cabello negro largo. Ella la llevaría a ver su nuevo carro: una camioneta Tracker. La recompensa de haber ahorrado dinero mes a mes no fue en vano.

“Cuando la vi no lo podía creer. Siempre quise tener una camioneta y al verla, manejarla, tocarla y sentirla me di cuenta que era verdad. Empecé un ahorro con $400.000 y no imaginé que se pudiera hacer realidad de esta forma”, contó la beneficiaria que, con emoción, describió ese momento.

Ahora, sale de la casa a diario rumbo al trabajo con la convicción de llegar pronto y en la comodidad de su auto. “Recomiendo este modelo de ahorro porque le da a uno la facilidad de tener carro propio bajo un modelo seguro. Tengo cuotas fáciles de pagar y lo mejor, disfruto con mis seres queridos. Uno puede acercarse y preguntar. El resto pasa solo”, expresó Amparo al recomendar este plan para que las personas hagan de esta oportunidad una realidad palpable.

El primer día del sueño cumplido

Pérez no esperó para estrenar. Apenas recibió su auto, conseguido con tanta perseverancia, se dirigió al Centro Comercial más cercano e hizo mercado. Nunca tuvo tanto espacio para guardar sus bolsas y regresar a casa con una sonrisa. Dice con nostalgia que ahorrar no fue un sacrificio, sino un reto para llegar a una meta; así lo hizo. Por eso recomienda a las personas ser juiciosas con su dinero, porque “soñar vale la vida”.

Amparo es consciente de que todo cambió, y para bien. Ahora puede llevar a su madre, de 84 años, a las citas médicas desde el barrio Veraguas hasta la Autopista Norte. La satisfacción de poder poner su vehículo al servicio de sus padres le da tranquilidad.

“Mis dos padres están muy contentos, les gustó muchísimo el carro. Lo miraron en su conjunto y pensaron que era un auto cómodo para todos. Se alegraron porque todo fue rápido y seguro gracias a mi esfuerzo”, comentó Pérez sobre la reacción de sus familiares. Pero ella no es la única de la familia que decidió aceptar el modelo de ChevyPlan, un pariente cercano fue el primero que inició con este ahorro. Ambos resultaron beneficiados y por esta razón hablan con propiedad para que otros, como ellos, tengan la posibilidad de tener el carro de sus sueños.

“Nosotros estamos muy contentos por las facilidades que tuvimos. De verdad uno a veces no imagina las posibilidades que puede tener tan cerca. Lo más importante es preguntar y salir de cualquier duda”, apuntó la abogada.

Amparo quiere ir más allá de las calles bogotanas y llevar a su nueva compañera a una aventura por las costas colombianas. Las dos juntas, estar cerca del mar, la arena, el sonido de la brisa y el sol radiante para decir: lo logramos. “Esa sería una experiencia de ensueño para nosotros. Y la haremos este año o después, pero sí o sí, toca hacerlo”, concluyó Pérez.

Y así como ella, más de 111.000 soñadores han hecho parte de ChevyPlan a través de los planes de ahorro y la economía colaborativa. Juntos conforman la comunidad de ahorradores más grande del país y son uno de los canales más grandes de distribución de General Motors.